Las vías procesionales que unen los recintos sagrados en Karnak están flanqueadas por esfinges con cabeza de carnero que cumplían la función de guardianas y protectoras.
El camino que nos introduce a este gran templo se llama “Camino de las Ofrendas”, que conduce al primer pilono. Son crioesfinges, que tienen cuerpo de león y cabeza de carnero, símbolos del Dios Amon, al que se dedican este conjunto de Templos.
Entre las patas delanteras se encuentran figuras pequeñas de Ramses II osiriforme adosadas a las esfinges. Por ello se pensó que las esfinges eran obra de Ramses II, pero fueron esculpidas por Amenhotep III y Tutmosis IV en la XVIII Dinastía, para el templo de Luxor. Más adelante, Ramses II colocó sus pequeñas figuras y las trasladó a Karnak. Actualmente hay 40 esfinges, pero antes de que se construyera el primer pilono esta avenida de esfinges llegaba desde el embarcadero hasta el segundo pilono, había 124 piezas. Después de la construcción del pilono, 84 de esas esfinges se trasladaron junto a los muros del primer patio. Se suponía que era un emplazamiento temporal, pero allí quedaron hasta que en mayo de 2020 cuatro de ellas se trasladaron a El Cairo para embellecer la Plaza Tahrir, contra toda recomendación la comunidad egiptológica.
